En época prehispánica la comarca estaba habitada por el pueblo de los Pastos, quienes resistieron a la invasión de los incas, cuando estos entraron a la región bajo el mando de Huayna Cápac, hacia 1480. La nación de los Pastos, era un conglomerado indígena existente de tiempo inmemorial, que ya tenían fundados sus pueblos. Estaban organizados en cacicazgos, con bohíos circulares en número de cien, “eran agricultores, cazadores, alfareros, orfebres”; creían en la inmortalidad del alma, tenían sus dioses: el Sol, la Luna, el mono, los ríos, lagunas, montañas; y su santuario en el hoy pictógrafo de los Monos en Potosí y su centro astronómico en el petroglifo de Machines en Cumbal. Eran amantes de la Pacha Mama (madre tierra). Los indígenas Pastos, trabajaron con maestría la cerámica, la orfebrería, los tejidos; poseían conocimientos de astrofísica, medicina tradicional, desarrollo endógeno, educación y derecho propio y cosmovisión; legado que nos asombra y demuestra el adelanto cultural de nuestros antepasados y indios
Fundación
Los primeros europeos en llegar a esta región fueron: Diego de Tapia, luego Pedro de Añasco y Juan de Ampudia en 1535 al río Ancashmayu (Guáytara); Pedro de Puelles en 1537, españoles enviados desde Quito por el adelantado Sebastián de Belalcázar, estos continuaron al centro de lo que sería el Nuevo Reino de Granada; la historia actual considera este episodio como una invasión.
Los españoles a su arribo ya encontraron una avanzada cultura, la de los Pastos, y poblados ya constituidos, fundados y organizados por los propios indígenas como lo señala en 1545, Pedro Cieza de León, en su Crónica del Perú:
«También son comarcanos con estos otros pueblos, cuyos nombres son: Ascual, Mallama, Tucurres, Zapuys, Iles, Gualmatal, Funes, Chapal, Males y Piales, Pupiales, Turca, Cumba. Todos estos pueblos y caciques tienen por nombre Pastos, (…)»
Sin embargo Pedro de Puelles, fundó la Villaviciosa de la Concepción de los Pastos, en el Alto de las Cruces, en la primera década de junio de 1537, y que fue destruida por los nativos. En 1540, Ipiales, fue capital de la provincia de los Pastos. Hacia 1580 “no había huella de fundación española”.
En 1615, don Juan Caro, informa al cabildo de Pasto, que deja “levantadas doce casas que forman el pueblo de Ipiales y veintitrés moradores”. En 1713, fray Juan Verdugo, “reorganiza la población, fomenta la educación y la agricultura”.
La tradición señala que la fundación ocurrió en 1585, por los clérigos Andrés Moreno de Zúñiga y Diego de Bermúdez, (para la época estuvieron en Pasto), “quienes trasladaron el pueblo de la loma de Puenes al lugar que hoy ocupa la ciudad” según publicación de 1927, lo anterior es considerado un error por parte de los historiadores El nombre de “San Pedro Mártir de Ipiales” fue dado a la parroquia, y no al poblado.
Independencia
La vocación libertaria de los ipialeños se manifestó el 6 de octubre de 1809, cuando participaron junto a gente de Pupiales, tuquerreños y comarcanos, contra los realistas, en la batalla de la Tarabita de Funes, “donde se derramó la primera sangre por la libertad de América”. El 7 de septiembre de 1810, se firmó el acta de independencia de Ipiales y la región. El 5 de noviembre de 1822, es sacrificada la heroína nacional Antonia Josefina Obando, por los realistas, frente a la capilla de La Escala.
Evolución republicana
Después de consolidarse el proceso de independencia de España, Ipiales, por constitución de 1832, es erigida como distrito parroquial, equivalente a crear el municipio. Por ley 163 del 23 de octubre de 1863, la Asamblea del Estado Soberano del Cauca, se erige el municipio de Obando, con capital Ipiales (hoy efemérides de la ciudad); en 1886 se constituyó la provincia de Obando y por ley 1 del 6 de agosto de 1904 pasó a formar parte del departamento de Nariño. En 1908 y por reformas del gobierno de Rafael Reyes se creó el departamento de Ipiales, pero existió sólo 9 meses.