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El Tambo

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Historia

 Fundación 23 de enero de 1573.  El substantivo tambo —de donde se forma el topónimo Tambo— viene del quechua tampu o tambu, que en español quiere decir ‘hospicio, posada en el camino’.

El Tambo se ha destacado por su relación directa con la historia de Nariño y en especial con la vida de su caudillo Agustín Agualongo quien frecuentaba estas tierras e incluso según los estudiosos de Agualongo, éste se refugió en las minas de la Espada antes de emprender su viaje a Barbacoas. Se quiere destacar una importante investigación realizada por el abogado Arturo Salas respecto del origen del pueblo. Salas expone que el origen del pueblo parte del momento en que se le asigna la explotación de las minas de oro ubicadas en el placer al español Hernando de la Espada en 1559. Pero sería Rodrigo Guerrero como alcalde y luego propietario de las minas quien debió construir un pueblo, Emiliano Díaz del Castillo citado por Salas describe las particularidades sociogeográficas de la época. Varios sitios del complejo fueron bautizados por el servicio de destino, así, por ejemplo: “Placer” era punto de afloramientos auríferos de superficie; “Azogues” la zona donde llevaban a cabo labores de recuperación del oro mediante amalgamamiento con mercurio (azogue); “Santa Lucía” era la patrona a la que los ciegos, víctimas de los vapores del mercurio, se encomendaban para pedir alivio y curación, en honor a Santa Lucía se construyó una capilla donde la comunidad hacía oración; “La Puerta” era el punto de entrada las tierras de “Manchavajoi”, propiedad del Capitán Carlos Burbano de Lara, quien las tenía aplicadas al criadero de equinos; como “Capulí de Minas” se conocía el punto de mayor concentración de socavones mineros; “Ovejera”, por su parte, era el sitio destinado a crianza de ovinos, y “Cerro del Espada” era el centro principal de actividades y gobierno, porque de allí se divisaba panorámicamente el distrito.

El asentamiento comprendía no solo el trabajo en socavones y corrientes de agua, estaban también las chozas o campamentos de los Curicamayos (Mineros), las cementeras o rozas (donde se cultivaba maíz, yuca, caña y plátano) y los yacimientos. Para el transporte de víveres se utilizaban indios, mujeres y niños, de manera que gañanes y cargueros aunque no producían oro eran parte fundamental de la empresa. El hábitat de los indígenas no coincidía necesariamente con las zonas de laboreo; la mayor parte de indígenas comprometidos en la explotación minera provenían de la aldea de Mataconchui, ubicada en el valle que desprende el río Molinoyaco. Luego se entiende que hacia 1713 ya existía un caserío denominado Mataconchui, ubicado en el sitio del actual Tambo, serán estas tierras las que doña Beatriz Enríquez de Guzmán, devolvería a los indios representados por el Gobernador Julián Chingua en la fecha antes citada. Luego el fin de lo cedido era la fundación de un Tambo entendido este evento como una posada ubicada en Mataconchui, por consiguiente, se desconoce históricamente quien fundo a esta población y el origen de su nombre. 

Por documentos se sabe que hacia la mitad del siglo XVI el Visitador Real y Gobernador de Popayán Rodrigo de Mañosca (1691) en carta de cuentas de Distrito de Pasto ya hace referencia a la existencia a un TAMBO PINTADO omitiendo por consiguiente el nombre de Mataconchui. Ahora lo anterior, más que alejarnos, nos aproxima al origen y por consiguiente se convierte en un acto reflexivo, analítico y crítico, que prevé un ejercicio de indagación sobre el origen de nuestro pueblo.

El Tambo como todo pueblo ha vivido su historia de manera insular, cabe recordar que el sur solo se llegó a comunicar con el norte hace apenas más de tres décadas, cuando se culmina la carretera panamericana, este hecho relevante para Nariño y sus pueblos, transformaría la percepción de la realidad del país y del mundo. Por esta fecha, 1975 también llega la Energía eléctrica a El Tambo y por consiguiente con ella la alteración de la vida de una población acostumbrada a vivir en las penumbras y de la fantasía narrativa de aquellos hombres osados que habían transpuesto los umbrales del diviso, conocían el norte, fueron estos hombres los que transformaron la utilidad de la tierra y sustituyeron los cultivos de maíz, papa, cebada, nardos y manzanas por el fique, cultivo que sembrado hasta la saciedad nos permitió ostentar en la década de los noventa el título del Primer municipio productor de fibra de Colombia. 

En el ámbito de lo cultural, la población campesina aún conserva una rica tradición oral, leyendas como: el origen del Saraconcho, el cerro de la espada, permiten observar un atisbo del pensamiento andino; por su parte narraciones sobre el duende, la viuda, y otros espantos nos conectan con creencias españolas asociadas con el bosque, los cementerios, las iglesias. En El Tambo y sus corregimientos, se celebran las fiestas de fin de año con desfile de año viejos (muñecos), se realizan verbenas populares. Los carnavales de negros y blancos junto con las fiestas patronales son la mayor manifestación de la dinámica social de jolgorio y alegría colectiva en el que aflora la expresión creativa de sus gentes. 

El tambeño es dado a realizar festivales de toda índole y bajo cualquier pretexto. Junto a los carnavales se destaca el gran talento artístico que poseen sus habitantes para las artes y la música, La Banda Noé Rosero y su escuela de música son un claro ejemplo de este valor cultural, su insignia el Adiós al Tambo es un hermoso pasillo atribuido al compositor Noé Rosero. Por su parte en el campo de las artes plásticas, numerosos artistas se han destacado en el ámbito local y nacional. El salón de Artes Victoriano Salas en nombre de un ilustre pintor tambeño que vivió a comienzos del siglo XX, ha favorecido este proceso, sin duda alguna el Salón es uno de los mayores eventos que posee el municipio en el ámbito cultural y el certamen más importante que promueve el arte en Nariño.

Economía

Sus 36.115 habitantes dependen económicamente de la agricultura y la ganadería, siendo productos de principal producción: fríjol 3.700 Ha, maíz 3.600 Ha, café 948 Ha, cebolla cabezona 450 Ha, plátano 280 Ha, caña panelera 320 Ha, tomate 40 Ha; la ganadería se distribuye en 1.178 bovinos y producen en promedio 2.800 litros de leche diarios y cuenta con 2.900 cabezas de porcinos.

Clima

En El Tambo, los veranos son cortos, cómodos y mayormente nublados y los inviernos son frescos, mojados y nublados. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 10 °C a 21 °C y rara vez baja a menos de 9 °C o sube a más de 23 °C.

En base a la puntuación de turismo, la mejor época del año para visitar El Tambo para actividades de tiempo caluroso es desde finales de mayo hasta principios de octubre.