Hasta el 7 de enero se celebrará el primer Carnaval del año en el país. Sus eventos se transmiten por canales virtuales, televisivos y emisoras.
La fiesta más importante del sur de Colombia, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, Nariño, inició su calendario oficial el pasado 2 de enero con un homenaje a la Virgen de las Mercedes, patrona de los pastusos, en el que también estuvieron presentes la reina del Carnaval, Lina Delgado, y Andrés Jaramillo, gerente de Corpocarnaval y artesano de la fiesta.
Esta celebración, que se realiza de manera virtual por la pandemia, es resultado de un “grito al unísono” de todos los artistas y cultores que la hacen posible, maestros y maestras que, como manifestó a EL HERALDO Lorena Burbano, directora de comunicaciones de la mencionada entidad, “han decido hacer un proceso conjunto, integrado, en una unión de voluntades”.
“Sin la voluntad de los artistas y sin el compromisos de ellos esto no se hubiera llevado a cabo”, resaltó por su parte Jaramillo, quien recordó que la festividad se realiza por estos días bajo la lluvia.
El evento, que en su edición pasada congregó a cerca de 1 millón de visitantes, dispuso una agenda variada tanto para su precarnaval (del 28 al 31 de diciembre) como para sus días de fiesta oficiales (del 2 al 7 de enero).
Para ello desarrolló múltiples recursos alternativos como gafas 3D que fueron dadas en concurso para brindar una experiencia inmersiva, juegos interactivos, una playlist con los “Carnavalazos Bailables del 2021” y transmisiones por Telepacífico, los canales regionales, RCN internacional y el Sistema de Medios Públicos RTVC.
Alrededor de 2.500 artistas del Carnaval dan muestra de su creatividad desde la danza, la música, el baile y las obras que este año se trasladaron de las calles de la ciudad a la Concha Acústica Agustín Agualongo, desde donde se realizan las transmisiones para los canales virtuales, televisivos y emisoras.
El Carnaval de Negros y Blancos aspira a dar a conocer lo que en otras ediciones los desfiles y las aglomeraciones callejeras no permiten. “El desfile de la carroza es maravilloso, pero usualmente desconocemos a los artistas, por eso nos preparamos para evidenciar los rostros y los rastros de los cultores del Carnaval”.
Los eventos reúnen distintas modalidades ideadas para entregar una “obra unitaria” a la ciudadanía. “Tenemos modalidades como disfraz individual, comparsa, murga, carroza y carroza no motorizada, así como a nuestros colectivos coreográficos”, dijo Burbano.
En su concentración ha habido espacio para distintos formatos musicales como orquestas tropicales, música andina, música campesina, rock- carnaval, entre otros.
Sus puestas en escena combinan la teatralidad y el arte circense, una de ellas titulada De negros y blancos: epifanía del Carnaval, la cual cuenta la historia de la familia Rosero, cuyos miembros juegan desde su hogar al Carnaval de Negros y Blancos en medio del confinamiento por la pandemia.
Con esta iniciativa Corpocarnaval busca mostrar cómo la fiesta sobrevive en medio de las circunstancias actuales, y por la que sus actores se han adaptado conjugando esfuerzos a pesar del bajón de los recursos. “Nuestro carnaval es valiente y sale adelante a pesar de las dificultades. Detrás de él están las obras maravillosas de nuestros maestros”, agregaron los organizadores.
El Carnaval de Negros y Blancos, declarado el 30 de septiembre de 2000 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, tiene su origen en la fusión de múltiples culturas y expresiones, correspondientes a los Andes, la Amazonia y la cultura del Pacífico. Según consigna su sitio web (carnavaldepasto.org), la fiesta nació en el siglo XVI en el año 1546. Dos de sus eventos tradicionales son los del 5 y 6 de enero (Día de Negro y Día de Blanco), cuando los pastusos se pintan el rostro con cosméticos negros o blancos, según el día.